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jueves, septiembre 15, 2011

EL SUPERVISOR DE NUBES

Ha dicho el expresidente Zapatero que "el mejor destino posible es el de supervisor de nubes acostado en una hamaca y mirando al cielo". La frase revela sin duda la predisposición íntima del personaje. He de confesar que me parecía a mi muy raro que nuestro presidente (con minúsculas) se quedara dormido en las interminables reuniones de la Unión Europea. Esas reuniones coñazo deben ser incomibles, pero hombre, uno espera de su presidente que se atice tres cafés, que se quite la americana (al contrario de lo que se debe hacer en las bodas), se lave la cara y aguante el tirón como un campeón. Zapatero no. Zapatero se quedaba sopa dejando escapar un hilillo de babas que aterrizaba en los documentos oficiales de su mesa y encima se dejaba fotografiar. Zapatero se iba a Dubai a otra reunión coñazo y -teniendo al día siguiente otra en el país vecino- pillaba el Mystere de la Fuerza Aérea y volvía a dormir a casa, a palpar el blando colchón de la Moncloa al calor del hogar prestado, zapatillas calentitas y cena puesta, emprendiendo viaje de nuevo a la mañana siguiente, duchadito, fresquito, con las cejas repeinadas y la sonrisa de Joker puesta. 

Ahora entiendo el porqué de esos comportamientos tan escasamente productivos: la vagancia de Zapatero es vocacional. Su espectacular y sonrojante frase sobre las nubes, sus reflexiones sobre la tierra que pertenece al viento, sus desbarres pseudofilosóficos y su colocón mental -fruto sin duda del abuso de multitud de psicotrópicos- me lo confirman ahora con más nitidez que nunca. 

Después de dejar un solar con 5.000.000 de parados, con la mayoría de los sueldos recortados, con las pensiones congeladas, con medio país pasándolas más putas que Caín, con la prima de riesgo (la morena no, la otra) desbocada como una loba hambrienta, con ETA instalada en el poder comparando a la Guardia Civil con las SS hitlerianas, con Cataluña exigiendo abiertamente la independencia, con la Justicia y todas las instituciones -Tribunal Constitucional incluido- en su peor momento, con la amenaza del rescate pendiendo sobre nuestras cabezas y después de condenarnos a todos -menos a él- a trabajar hasta los 67 años, hay que tenerlos cuadrados para decir en un acto público que "el mejor destino posible es el de supervisor de nubes acostado en una hamaca y mirando al cielo". Sólo un sinvergüenza insensible tendría el cuajo de decir eso en público. Porque se puede ser un inútil y un ignorante, pero al menos debería esforzarse un poco en guardar las formas. 

A Zapatero ya hasta las formas le dan igual. Está en esa pendiente agradable y relajante del porrero al que le acaban de regalar una bellota calidad extra. Pasando de todo. Hagámonos un chiri y miremos al cielo, que se está de puta madre. ¿Que Rubalcaba le pide que vuelva "a poner" el impuesto sobre el patrimonio? Pues se pone. ¿Que Rubalcaba le pide que cargue contra los mismos bancos a los que hace unos meses les dio una línea de financiación pública que ya quisiéramos el resto de los mortales? Pues se cargan las tintas. ¿Que ahora toca meterse contra "los ricos"? Pues leña al mono, que es de goma. Total... La hamaca me espera y las nubes siempre estarán en el cielo.

En Islandia sientan al ex primer ministro en el banquillo de los acusados por su mala gestión, con una petición de pena de cárcel sobre su cabeza, y aquí al responsable de la crisis peor gestionada de la historia de España le despedimos en el Senado con jabón, sonrisas, agradecimientos, palmaditas en la espalda y respeto, mucho respeto. Que es que ahora resulta que les inspira ternura. Una mierda cruda para todos ellos.

Y mientras Zapatero sestea -más de lo acostumbrado- después de jodernos la vida, encima tenemos que comernos a todas horas la sonrojante campaña de Elena Valenciano: "Con Rubalcaba sí. Con él si. Porque es muy listo. Porque él si sabe. Porque en él sí se puede confiar". Que más que una campaña electoral minimamente seria, parece el discurso de la protectora de animales tratando de colocar un perro vagabundo a una familia que por casualidad pasaba por allí... 

"Porque le tiras un hueso y lo recoge".