CONECTADOS AHORA

Buscar este blog

lunes, octubre 04, 2010

GANAR MADRID

Después de años de observación entomológica, sospecho que los políticos se creen actores interpretando grandes papeles ante un patio de butacas vacío. Esa y no otra ha de ser la conclusión. Sólo los elegidos son conscientes de que alguien les está mirando. Pero los demás deben pensar que están solos, como cuando uno se pone a imitar a Alfredo Kraus en calzoncillos ante el espejo del baño de su casa. Si tuvieran la más mínima sospecha de que les estamos mirando, no actuarían como lo hacen. No pueden ser tan imbéciles.
Hemos asistido estos días a las primarias. El "proceso" -como ahora lo llaman- se gestó cuando en el PSOE un tal TG dijo que él se bastaba y se sobraba para ganar las elecciones a EA. Pero entonces terció ZP, y como es el que manda en este parvulario que es la política de la izquierda (la de los otros se asemeja más a un juzgado de guardia) dijo que de eso nada, que no sería TG quien se batiera en duelo con EA, sino que sería TJ. Trini para los amigos. Y le nombró un Sancho Panza particular, un JL experto en meter el hocico cada vez que ve un objetivo (fotográfico). 
TG le dijo a ZP que una mierda, que no llevaba él currando nosecuántos años en el PSOE de la capital del reino para que ahora se llevara las mieles la sonriente TJ -sin dar un palo al agua- escoltada por su barbado escudero JL. Cuentan que ZP se enfadó mucho, mucho y que le amenazó con llevarlo a las mazmorras. Pero TG, consciente de las cartas con las que jugaba, no se dejó doblar la mano. Y mantuvo el pulso. ZP ordenó a sus esbirros PB y APR que afilaran el hacha de cortar cabezas, que la de un atrevido iba a rodar.
Ayer, cuando todos creían que ganaría TJ, que JL aplaudiría con sus olímpicas orejas y que a ZP se le pondrían las cejas como la dovela de una pirámide, resultó que TG les dio a todos una lección de lo que es creer en las propias posibilidades. Porque todos creían que ganaría TJ, menos ella, que bien se cuidó de no dimitir como Ministra por si acaso. Que la vida está muy mala y con las cosas de comer no se juega.
Pero lo gracioso ha venido luego. Todos los actores de esta comedia bufa se han apuntado al caballo ganador. Primero, TG -con una elegancia estudiada- felicitó a TJ por la derrota: "una excelente persona, una excelente compañera y una excelente política". Los 38 millones de vacunas de la gripe A diligentemente compradas a unos determinados laboratorios farmacéuticos por esta excelente política y que han acabado en contenedores sanitarios lo atestiguan. 
Añadió TG que TJ "ha sido una rival formidable en este proceso (¿lo ven?) de primarias que ha despertado muchas ilusiones. Les digo a los que la han apoyado que sus ilusiones no quedarán huérfanas". Lo que -traducido- significa "ni contando con todo el aparato del partido has podido conmigo, asquerosa arpía. Tu mensaje ha calado en algunos, pero que se preparen los que te han apoyado porque el "proceso" empieza ahora".
TJ compareció para felicitar a TG. Su cara lo decía todo. Su sonrisa se perdió en mitad de una sensación nauseabunda de vértigo que rozaba el ridículo. Ahora TJ, de repente, veía al público ahí sentado, abajo, riéndose a mandíbula batiente. Con lo agustito que estaba ella en un Ministerio sin competencias como el de Sanidad, un Ministerio donde lo más granado que podía hacer era tocarle los cojones al personal con la ley del tabaco, o prohibir los bollitos en los colegios. Y vienen estos y me meten en este marrón de la Comunidad de Madrid. Con una sonrisa descompuesta (nada que ver con su amplia y maternal sonrisa de días pasados) y su acento mezcla de tinerfeño-limeño-andaluz (fruto sin duda de su dilatada experiencia con las civilizaciones del sur), felicitó a TG y se retiró a sus aposentos a cagarse en la puta.
ZP que se sepa no ha dicho nada (está asimilando y planificando con maquiavélica frialdad cómo ejecutará la venganza; quizá el momento sea cuando TG pierda contra EA), pero sí se ha pronunciado la ignorante de LP. No, Long Play no. Leire Pajín. Esta espectacular señora de izquierdas y dientes separados, con un curriculum envidiable para cualquier trepa de partido, ha dicho, con su habitual estulticia intelectual que "ahora todos y todas vamos a ganar Madrid". 
EA debe seguir descojonada de la risa en el saloncito magenta de su casa.
Ganar Madrid. Ni que esto fuera el 2 de Mayo. 
No dan más de si. Pero lo preocupante es que sigan creyendo que el patio de butacas está vacío. Cierto es que parte del público babea con cualquier cosa que se mueva fuera de escena. Pero unos cuantos, boquiabiertos, no dan crédito a lo que ven sobre las tablas. Que los veo yo. Y por respeto a ese público que aún no está idiotizado, los actores de esta ópera bufa deberían procurar guardar un poquito más las formas.
Porque la realidad es que unos han ganado y otros han perdido. La realidad es que los militantes del PSOE de Madrid están hasta los cojones de ZP, de LP, de TJ, de JL, de PB y de la puta madre de todos ellos y ellas, y habrían votado a un lunni con corbata con tal de darles a todos ellos (y ellas) donde más les duele.
Señora LP, no insulte nuestra inteligencia diciéndonos que "ha sido una lección de democracia", que "todo el partido ha ganado" y que "el PP debería tomar nota de cómo se hacen las cosas". Porque podemos chuparnos el dedo, pero no espere que digamos que está rico...
Veremos si siguen encantados de conocerse cuando EA se ponga tacones y vuelva a ganar en las elecciones a la Comunidad de Madrid. 

viernes, octubre 01, 2010

TORTILLA DE CLEMBUTEROL

Lo dice un experto en medicina deportiva que prefiere mantenerse en el anonimato: "Con un filete de carne intoxicada podría bastar para alcanzar esos niveles tan mínimos de clembuterol. Incluso se han dado casos en los que los afectados han arrojado tasas de hasta 0,1 nanogramos". La detectada en la orina de Alberto Contador es de 0,05-. Dicho de otro modo, son 50 picogramos (0,00000000005 gramos por mililitro).
Contador, en un alegato tan firme como su actitud en carrera, esgrimió ayer como única defensa haber consumido varias piezas de un solomillo que le llevaron desde Irún la misma mañana en el que los inspectores de la UCI le realizaron el control. Un solomillo contaminado, una realidad no tan descabellada pues el clembuterol, producto prohibido por Sanidad en España, es utilizado por los ganaderos fraudulentos para engordar a los animales aumentando el tamaño de sus músculos. La trampa, habitual en tiempos no tan pasados -basta recordar los brotes aparecidos en el País Vasco en 1992 por la ingesta de carne contaminada o, el mismo año, los 4.000 kilos de carne de ternera procedentes del matadero de Sabadell que se retiraron después de que resultasen afectadas cerca de 200 personas-, se ha hecho más extraña en la actualidad por los controles alimentarios a los que son sometidos los ganaderos. "Pero esos controles", asegura el experto, "no son comparables en exhaustividad a los que hay en el ciclismo, que son tan perfectos". De hecho, Contador fue sometido a controles casi diarios, pero sólo aparecieron trazas de clembuterol el "día del solomillo" y, en menor medida, al día siguiente.
El clembuterol, es un estimulante y anabolizante antiguo, de aquellos años 80 del dopaje casero, previo a la llegada de la EPO, a las drogas modernas y a los enmascaradores. Es tan fácilmente detectable que ni siquiera las cantidades ínfimas pasan desapercibidas para los laboratorios como el de Colonia, que detectó hace poco más de un año los 0,02 nanogramos que retenía en su cuerpo la atleta Josephine Onyia. Por eso a nadie se le ocurre doparse con clembuterol. Sería como tratar de correr más que Usain Bolt poniéndose un cohete marca Acme en el culo. A Contador le ampara el hecho de que la cantidad de clembuterol hallada en su organismo es tan sumamente insignificante que a nivel fisiológico no genera desigualdad en la competición.
Pero mucho me temo que haber ganado tres Tour de Francia le va a pasar factura. De hecho, en los ambientes es conocido que los directivos de la Federación Francesa de Ciclismo se ponen como la niña del exorcista cada vez que alguien les recuerda que llevan 25 años sin que ningún ciclista francés gane el Tour. El último fue un enorme campeón, Bernard Hinault, que ganó el Tour de 1985. Uno de los grandes. De cuando los pedales llevaban calapies y los cuadros no eran de fibra de carbono. Hinault dio al ciclismo momentos épicos de indescriptible belleza y mantuvo una lucha sin cuartel con otro francés recientemente fallecido, Laurent Fignon, que logró ganar el Tour en 1983 y 1984.
Hinault fue el culpable de que me enamorara del ciclismo. Gracias a él me compré mi primera bicicleta de carreras. Años después, me di cuenta de que aquello del ciclismo era cansado de cojones y decidí hacerme funcionario. Ahora veo el ciclismo por la tele, y la verdad es que he disfrutado de inolvidables tardes de sofá con Hinault, Lemond, Fignon, Perico Delgado, Indurain, Sastre, Contador... Con Armstrong no. Porque el ciclismo y la humildad son conceptos inseparables, y Lance Armstrong no cuadra en esa ecuación.
Este verano disfruté viendo a Contador en el pódium de París, pero me entristeció ver a Bernard Hinault ejercer de auxiliar de los maestros de ceremonias, poco menos que de conserje de los directivos federativos, de los políticos, que eran los que entregaban los trofeos, las flores, daban manos y posaban para la foto. Hinault, un campeón como pocos, con cinco Tours, tres Giros, dos Vueltas y un Campeonato del Mundo en su zurrón, bajaba la mirada, se apartaba a un lado, sujetaba el micrófono, y dejaba que los flashes se los llevaran otros. Los que no han dado un pedal en su puta vida.
El ciclismo es un deporte cruel que fagocita a sus héroes. Algunos han muerto desangrados en la carretera, como Fabio Casartelli. Otros han muerto deportivamente tras la decisión de un comité de directivos, como el bejarano Roberto Heras. Otros se dejaron la piel y se fueron a su casa antes de que las venganzas de opereta les alcanzaran por la espalda, como Induráin. Otros han quedado para hacer un triste papel, como Hinault, que ama tanto el ciclismo que es capaz de dejarse relegar a un segundo plano con tal de permanecer cerca de él. Alberto Contador, que sabe quién es Hinault y lo que ha hecho, no pasó delante de él sin mirarle, como hicieron los políticos de tres al cuarto que subieron al podium del Tour. O como hicieron Tom Cruise y Cameron Diaz, que pasaban por allí y se apuntaron a la foto. Alberto se paró a hablar con él, le dio la mano con admiración y tuvieron que decirle que se colocara en su lugar para recibir su trofeo. 
Me temo que a Contador se la tienen jurada. Ojalá me equivoque, pero me da en la nariz que le van a hacer pagar sus tres Tours, el Tour de Ocaña, el de Perico Delgado, los cinco Tours consecutivos de Induráin, el de Sastre y el de Pereiro, todos, de una tacada. De momento, el diario francés L´Equipe -como siempre- no ha perdido el tiempo y ya ha publicado que conocen a alguien que le contó a uno que otro dijo que había no se qué de unas transfusiones de sangre. Periodismo del alto nivel con dos ingredientes: mierda y un ventilador. Y es que una cosa es defender el juego limpio, y otra colocar bajo sospecha a todo el que molesta. Pero a nuestros vecinos eso les da igual.