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lunes, septiembre 13, 2010

EDUCATIVE INNOVEISION


Hoy tenía pensado retomar esta escupidera de disgustos -después de unas vacaciones lejos del mundanal ruido nacional- hablando de asuntos bastantes dispares. Me rondaba por la cabeza un mix entre el nunca mais, los discursos hechos-para-imbéciles de González Pons, la derrota de la selección de baloncesto gracias al tándem Sáez-Scariolo y el curso intensivo de lengua española al que debería someterse el señor Chaves (que habla sin ruborizarse de "trasvestismo" político). Menuda combinación, ¿eh? Pues no. Hay una noticia que me lo ha puesto más fácil. O mais fácil. La CEAPA, es decir, la Confederación Estatal de Asociaciones de Padres de Alumnos reclama "que la Administración tome medidas para la conciliación de la vida profesional y familiar de los padres con hijos escolarizados".

La CEAPA en realidad debería llamarse CEAMPA, por aquello de no dejar a las madres en el olvido. Siempre me ha resultado fonéticamente gracioso el acrónimo "AMPA". Me recuerda uno de los impagables e históricos papeles de Al Pacino, administrando justicia con ese gesto de pasmosa tranquilidad revestida de responsabilidad social a la italiana. 

Pero centrémonos. Después de las vacaciones estivales, toca la vuelta a la rutina y… a las reivindicaciones. Es lo que pasa en casi todos los otoños, que se vuelven calientes. Mientras -gracias al desbarajuste autonómico- algunos colegios ya han abierto sus puertas, en otros faltan escasos días para que el timbre que marca el inicio del curso académico vuelva a sonar. Por este motivo, la CEAPA se ha reunido para "abordar la materia educativa" haciendo especial hincapié en la conciliación de la vida profesional y laboral de los padres en relación a los estudios de sus hijos. El objetivo es claro: lograr que las puertas de los centros se mantengan «abiertas 12 horas al día, los siete días de la semana y los doce meses del año». Eso señala sin ruborizarse Manoli Ocaña, miembro (o miembra) de la junta directiva de la Asociación en Baleares, quien subraya: «Ayudaría a que los padres puedan encargarse de su negocio. Supondría una conciliación real de la vida familiar con la profesional». Desde luego que ayudaría -añado-. Dar los hijos en adopción, ayudaría aún más a la tan ansiada conciliación. 

Ésta no ha sido la única iniciativa prevista por la CEAPA. Lograr permisos laborales para asistir a las tutorías, reuniones de padres… sería otra de ellas. El motivo: «Está comprobado que una buena comunicación entre los padres y el colegio de sus hijos repercute en las notas de estos últimos», apunta Ocaña. Además, la representante de Baleares asegura que esta medida supondría un enorme paso adelante para la inserción de la mujer en la vida laboral. En esta línea, servicios como la entrada matinal, el comedor escolar o las actividades extraescolares también lo facilitarían. Un refuerzo que, según la CEAPA, debería venir desde la Administración y estar contratado y subvencionado por esta misma. 

No digo yo que medidas como los servicios de "madrugadores" o el comedor escolar (que dicho sea de paso, ya funcionan en casi todas las Comunidades Autónomas) no sean necesarias, puesto que está demostrado que son las verdaderas medidas que ayudan a conciliar horarios. Pero una cosa es conciliar horarios y otra muy distinta es desprenderse de responsabilidades. La CEAPA debería distinguir entre educar y enseñar, porque los centros de enseñanza están mayoritariamente para enseñar, mientras que deben ser los padres los encargados mayoritariamente de educar. Por eso la idea de abrir los colegios los sábados y los domingos para facturar a los nenes, oiga, es para nota. El aumento en el número de plazas para Educación Infantil también se encuentra dentro del marco de prioridades. «Se ofertan muchas menos de las necesarias e impide a la mujer la búsqueda de empleo», recalca Ocaña. Del mismo modo que la expansión de la jornada continua: «Ha ocasionado la clausura de muchos comedores escolares y la realidad de pensar quién cuidará de tus hijos. Te obliga a dejar de trabajar o, al menos, lo dificulta», matiza. Vamos, que es mejor castigar a los críos con interminables jornadas de mañana y tarde para que los padres y madres -tan ocupados ellos- puedan trabajar, comer con los compañeros/as,  hacer unas compritas, volver a trabajar y tomarse un vino a la salida. Y por supuesto, como llegarán cansados, se les debería implantar a los niños un inhibidor de frecuencias cerebrales para que, a la vespertina llegada de los esforzados padres, no den demasiado el coñazo. 

Finalmente, la CEAPA cierra sus cinco puntos reivindicativos con la prolongación del calendario escolar. De este modo, las madres y padres (algunas y algunos, insisto, que de todo hay) exigen que el curso académico se inicie el día 1 de septiembre y se finalice el 30 de junio. «No solo ayudaría a la conciliación sino que elevaría el bajo nivel académico, los niños se acomodan a no hacer nada durante un tiempo excesivo», concluye Ocaña. 

No está mal para comenzar el curso. Los padres (algunos padres), definitivamente, ya no quieren ser padres. Quieren un lugar donde dejar a sus hijos “12 horas al día, los siete días de la semana y los doce meses del año”. Total, que si hacemos unas cuentas fáciles, nos sale que entre las 12 horas en los centros docentes + las 8 de sueño reparador + las 4 de tele, ordenador y videoconsola, los ocupados padres ya pueden vivir tranquilos, que es lo que necesitan, porque a estos pobrecitos esforzados de la ruta nadie les dijo que eso de ser padres era cansado, y por eso ahora papá Estado (y por derivación, los profesores) deben encargarse no sólo de la enseñanza, también de la educación y el entretenimiento de su prole. Bastante tienen los esforzados padres con buscar trabajo o mantener el que tienen y con pagar la hipoteca, para que encima tengan que estar pendientes de esos pequeños mequetrefes, gritones y armadanzas. 

Así que los profesores pueden ir preparándose. Pronto les tocará arrullar a sus queridos alumnos en sus mesas-cama-ordenador (tras la implementación de la pizarra electrónica como summum de las "TIC", las diversas Consejerías de la cosa están estudiando el diseño de tan versátil herramienta) para que echen una siestecita antes de que sus progenitores se dignen a pasar a recogerlos después de las 12 horas estipuladas. Probablemente, muchos llamarán a última hora para decir “Se me ha complicado la cosa en el trabajo y no voy a poder pasar, mejor que se quedé ahí, le den de cenar a la criatura y ya que duerma en el cole... O tal vez “Estoy en el centro comercial comprando el pavo de navidad y no me da tiempo a llegar, que hoy viene la suegra a la cena de nochebuena y no he preparado nada... ahora les mando al de Telepizza, que lo pasen bien, ah y que no beba champán el niño".






7 comentarios:

Adriana Fritzenwalden dijo...

querido ruinero, bendito sea usted que porfin escribe!!! me he metido en su blog prácticamente a diario (notará que las visitas se habrán disparado) y muchos días varias veces! le tengo en favoritos del ordenador y de la blackberry...
el artículo como siempre sensacional, una temática refrescantes y viñetas hilarantes. Me ha llamado particularmente la atención la siguiente frase: <>
Como ciudadana relativamente recién salida de su etapa de escolarización, debería decirle a Manoli que precisamente esa comunicación entre padres y profesores es muchas veces la peor influencia en sus educaciones, que genera profesores superheroizados (que piensan que por pasar 2h semanales junto a una persona que comparte espacio y atencion con otras 24 pueden psicoanalizarle absolutamente, favoritismos con muy malas consecuencias en las relaciones de los alumnos y la atención y esfuerzo que le dedican a la asignatura, y -sobretodo- no enseñan a los alumnos a sacarse las castañas del fuego y realizarse independientemente de sus padres. Eso último se puede observar con más facilidades en los colegios privados en los que los infantes no cortan el cordón umbilical hasta cumplidos los 18 años (si es que no les llevan luego a una universidad privada)
Me he ido un poco del tema pero me ha hecho reflexionar al respecto ;)

LAS RUINAS DE ISENGARD dijo...

Estimada Adriana, ya me dirá a cuánto asciende su minuta por visita realizada, aunque lo pactado era llegar a las 3200 visitas y estamos en 3064...
Fuera de coñas, tiene usted mucha razón en lo que dice, aunque en realidad eso son detalles de mucho afinar. Hoy día estamos todavía en lo que debía ser básico y que por elemental y no entendido por muchos se torna grotesco: en la extensión de ese concepto de parking que algunos se empeñan en darle a los centros de enseñanza...

Gilraen dijo...

Inmejorable manera de celebrar su rentrée. Tema más ad hoc imposible. Y dando ideas como la de implantar camas en los colegios jejeje... ¿Qué nos tocará ver?

LAS RUINAS DE ISENGARD dijo...

Pues no sé, el futuro es impredecible. Pero si hemos visto a nuestro presidente decir en un foro internacional (y en la cara nada menos que de los Directores del FMI y de la OIT) que "un parado que hace cursos no es un parado, sino que está trabajando por su país", y que eso es "lo que ha descubierto con esta crisis" (sic)... pues lo que nos quede por ver puede ser muy, muy raro.
Yo le sugiero que deje la Moncloa, se apunte al paro y se ponga a hacer cursos, a ver si así trabaja algo por su país.

LAS RUINAS DE ISENGARD dijo...

Adriana, ahora que caigo, menos mal que me ha llamado usted "ruinero" y no "ruinoso"...

Adriana Fritzenwalden dijo...

http://www.youtube.com/watch?v=kezJmywuORw&feature=player_embedded


no he podido evitar ponértelo...

LAS RUINAS DE ISENGARD dijo...

Oh, es sublime. Con su permiso, lo comparto en la entrada.