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miércoles, junio 09, 2010

POR ENCIMA DE MIS POSIBILIDADES

Estoy cansado de oir que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades.  Dejen que salga mi lado más heavy: estoy hasta los huevos. No hay político de tres al cuarto que no me diga que he vivido por encima de mis posibilidades. Yo me miro y me veo con el mismo coche desde hace 10 años. No me fui de vacaciones a Madagascar, ni a Las Vegas. Tampoco he visitado Dubai ni me he ido de compras a París porque había un fin de semana que no sabía qué hacer. Tampoco me he comprado un apartamento en Marina D'or Ciudad de Vacaciones. No he pedido créditos que rebasen mi renta disponible, y tampoco me compré aquella cazadora de Armani que vi con una etiqueta que ponía 3.200 euros. 
La Honda de 500 c.c. que tanto me gustaba, con aquella rueda trasera ancha como las caderas de Elsa Pataky y con un asiento que parecía de piel de mujer, tampoco me la compré. Al revés, preveyendo épocas peores, metí algo de dinero en un fondo de inversión y cuando lo rescaté me aplicaron un hachazo fiscal que me dejaron doblado. Por querer ahorrar. A quién se le ocurre...
Pero todos me dicen que he vivido por encima de mis posibilidades. A estos políticos que tenemos y sufrimos desde el estupor, a estos ministros que cogen los Falcon de tres en tres, como si no pudieran utilizar un sólo avión para viajar al mismo sitio el mismo día, les digo yo que no tienen vergüenza. Que los nuevos ricos han sido y siguen siendo ellos, tirando de coche oficial hasta para ir al hipermercado o a la playa con los niños, tirando de escoltas hasta cuando van de putas (sí, de putas, porque son muy progres pero hay putas de lujo muy apetecibles, y el estrés de gobernar sólo lo entiende el que se dedica a tan incomprendida labor). 
Y tirando de aviones de la Fuerza Aérea.
Estos días, el Tribunal de Cuentas le ha sugerido al Congreso "que regule" la utilización de medios de transporte oficiales para actos de partido. Una forma muy suave y diplomática de decirle al Sr. Presidente del Desgobierno, que cuando vaya de mitin a Dos Hermanas o a Rodiezmo, a insultar la inteligencia de los pobres mineros y a levantar el puño mientras se ríe de la jugada con Leire y Bibi, coja su coche, o el AVE, o un avión de línea regular, en vez de movilizar un Falcon a razón de 4.000 euros la hora. 
Es curioso, pero cuando el Tribunal de Cuentas se dirige a cualquier Ayuntamiento, por ejemplo porque no le conste un ingreso de 80 euros, le manda al desdichado interventor un papelito de la Fiscalía (repito: de la Fiscalía) de dicho Tribunal amenazando con la apertura de "diligencias preprocesales", porque parece que faltan 80 euros. Pero cuando es el Presidente el que tira de recursos públicos para fines privados, el toque es de lo más sutil. Una evidente aplicación del principio de igualdad consagrado por el art. 14 de la Constitución: al funcionario cualificado se le amenaza con empurarle por 80 euros, y al Presidente del Desgobierno, aunque sea un inepto y un jeta que nos está llevando a la ruina, se le toca la flauta travesera de fondo.
El toque del Tribunal de Cuentas se ha sabido el mismo día que se ha conocido que tres ministros de este Desgobierno utilizaron tres Falcon (uno para cada uno, con dos cojones) para viajar el mismo día a Bruselas. Como si no se hablaran. Como si estuvieran enfadados ellos. Se pulieron 42.000 euros de dinero público en un día entre el flete de los aviones, honorarios y dietas de las tripulaciones y escoltas, y en combustible. Lo más cercano a una malversación de caudales públicos, pero eso al Tribunal de Cuentos, perdón, de Cuentas, no le preocupa. Era para un acto oficial. Y total, pagan los paletos de siempre...
La Delegada del Desgobierno en Extremadura, Carmen Pereira (es esta con pinta de feminista progre que posa a la izquierda), que también los tiene bien puestos, asistió el domingo pasado a los actos del Día de las Fuerzas Armadas. En mitad del acto (qué sugerente suena esto, si no fuera por lo rematadamente fea que es la pobre...), se dio cuenta de que había perdido las llaves de su casa. ¿Y qué se le ocurrió? Pues como estaba rodeada de hombretones fuertes y armados (de ahí lo de Fuerzas Armadas), mandó a una pareja de la Guardia Civil "a buscar a su asistenta, que tenía otro juego de llaves, para que se lo llevaran". Tal como suena. Porque ella lo vale. Para eso es autoridad. La asistenta en cuestión vive en Sagrajas, un pueblecillo de Badajoz. Sagrillas no, Sagrajas. Ya sé que esto parece salido del "Cuéntame", pero pasó hace dos semanas, de verdad. Así que los dos sufridos funcionarios (otros que seguro que también viven por encima de sus posibilidades) tuvieron que tirar de vehículo oficial pintado de verde, y hala, a Sagrajas a buscar a la asistenta de la Delegada... Parece ser que los pobres guardias, en esa misión de indudable servicio público, tuvieron que ir preguntando por el pueblo, porque la inteligencia de la Delegada no fue suficiente para facilitarles la dirección exacta de su casa. Estaría demasiado ocupada haciendo manitas políticas con Carme Chacón y comentándole el acierto de joder las fiestas del Corpus, tanto himno y tanto presentar armas y tanta leche... 
Estos son los políticos que tenemos. ¿No son ellos los que se comportan como nuevos ricos? ¿No son ellos los que van por la vida sacando pecho y poniendo grandes poses? Pues sí, son ellos. 
Son ellos los que nos están robando, y luego nos dicen que hay que apretar la tuerca, que es que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades. 
Son ellos los que tienen la desfachatez, la marmórea cara de decirnos que nos están "pidiendo un esfuerzo solidario colectivo", un "arrimar el hombro", cuando lo que están haciendo en realidad es atracar a mano armada y de manera coactiva (ni siquiera expropiar, pues la expropiación conlleva indemnización) los escasos bolsillos de los funcionarios, de los pensionistas, y próximamente de todos los que en este país pagamos impuestos. Prueben a negarse a ese "esfuerzo solidario", ya verán el resultado. No nos están pidiendo nada, nos lo están robando directamente. 
El inmenso fraude fiscal que tenemos desde hace décadas, las fortunas colocadas hábilmente, las empresas que quiebran tras recibir millonarias subvenciones públicas y los beneficios desmedidos de la banca, ya los perseguiremos otro día. Y la racionalidad en el gasto público la dejaremos para cuando gobiernen otros. Ahora hay que aprovechar.
Háganme caso, si pueden y les queda algo de dinero, sáquenlo de España. La traca final está por llegar.

1 comentario:

Veckia dijo...

Muy buen artículo, sí señor...

La de cosas que nos estamos enterando contigo, permíteme hacerte una sugerencia, deberías cambiar el título del blog por "Las ruinas de España", darías en el clavo, fijo.

Y lo que no se sabe!!

Sigue así, machote, me encanta tu ironía; un saludo.