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jueves, diciembre 09, 2010

LA MUERTE DE LA LIBERTAD

Los comienzos del siglo XXI están trayendo oscuros nubarrones que nadie esperaba cuando hace poco más de 10 años, salíamos a la calle a festejar las campanadas que inauguraban el milenio. A la crisis económica más extrema desde 1929 se une una profunda crisis de identidad y de valores que está penetrando en todos los estratos sociales como el aceite en el pan. Y no me refiero a los poderes públicos, no. Estos saben bien adónde tienen dirigida su brújula. Me refiero a la ciudadanía, a la gente de la calle. La sociedad europea está más perdida que un pulpo en un garaje, ocupada en muchos casos en no perder su trabajo, en que su piso no sea embargado por el banco que ayer le daba todo tipo de facilidades, ocupada al fin y al cabo, en llegar a fin de mes.
Es justamente en momentos económicamente duros como éste, cuando los poderes públicos aprovechan para meter la tijera en las conquistas y en la libertad ganadas en las épocas de bonanza. Nos lo venden, talmente como si fuéramos imbéciles, como medidas necesarias: reducciones de sueldos para algunos, congelaciones de pensiones para los que menos renta tienen, mayores facilidades para despedir a los de siempre mientras los poderosos siguen disfrutando de sus contratos blindados, subidas de impuestos que crujen más a los que menos tienen... Pero los recortes de libertad no se ciñen a lo económico. Se nos recorta la libertad en todos los frentes: al albur de la seguridad vial, se nos cruje a multas y se sancionan comportamientos que deberían ser patrimonio exclusivo de la responsabilidad de cada uno. Porque es cierto que programar el GPS en marcha es arriesgado, pero también lo es viajar con niños en los asientos de atrás, fumar mientras conduces, cambiar el CD en marcha o que tu copiloto vaya contándote la película del día anterior... Al paso que vamos, se prohibirá hasta llevar la radio encendida, porque es un claro factor de distracción: en resumen, se culpabiliza al ciudadano de todo, y se le sanciona por todo. Con la paranoia del tabaco ocurre igual; ahora resulta que el Estado -ese que recauda miles de millones en impuestos a costa del tabaco- se preocupa por la salud de "sus" ciudadanos y decide que no son lo suficientemente mayorcitos como para decidir libremente si fuman o no. Es más gratificante para el poder haber permitido décadas de publicidad en todos los medios, incluso haber participado en el sector por medio de Tabacalera, captando jugosos beneficios, y ahora que tenemos a media población enganchada, quitarles el caramelo de la boca llamándoles inconscientes e irresponsables y preparando -cómo no- contundentes sanciones económicas para aquellos que transgredan el nuevo orden derivado del gran hermano que nos vigila. 
Estos recortes de libertad son anecdóticos al lado de otros que estamos viendo en los últimos días. Porque lo que estamos viendo en los últimos días es un puñetazo del poder sobre la mesa, un puñetazo sin disimulos, sin siquiera guardar las formas. Esa y no otra debe ser la interpretación que debe darse al actual estado de alarma -decretado en ausencia del rey y bajo serias dudas de constitucionalidad- bajo el que vivimos en España desde el pasado día 4 de diciembre. Si, sé que es fácil (y hasta apetitoso) echarle la culpa a los controladores. Es cierto que se han pasado quince aeropuertos, pero lo de este puente huele a estrategia del poder. Me explico. Si quiero conseguir un determinado estado de opinión, no tengo más que provocar una situación, y luego salir "al rescate" de la ciudadanía con medidas excepcionales que, no sólo no encontrarán oposición social, sino que encontrarán todo el apoyo de la masa lanar que no se entera de la misa a la media. Los controladores llevan años puteados por este gobierno que ha tenido seis años para negociar un nuevo convenio y que en todo ese tiempo no ha hecho n-a-d-a, aparte de machacarlos mediáticamente y de recortar por decreto todos sus derechos laborales, retributivos, sociales, sindicales y de toda índole. Y todo con el mismo argumento: son un colectivo privilegiado (señores notarios, prepárense...). El viernes 3 de diciembre -es decir, en vísperas del puente más largo del año- el gobierno aprobó otro decreto más con otra vuelta de tuerca que -se sabía- iba a hacer explotar la situación, como así fue. Y así se entiende que Zapatero cancelara apresuradamente su asistencia a la Cumbre Iberoamericana el día anterior, dejando al rey tirado en aquél foro de grandilocuentes que jamás resuelven nada. Lo demás, ha venido de corrido, y además ha sido "gestionado" por el mayor manipulador, tergiversador y engañabobos que ha parido la democracia española, el Sr. Pérez Rubalcaba, héroe de todos aquellos que se quedaron colgados el fin de semana pasado en un aeropuerto.
Me pregunto qué pasará cuando se levante el estado de alarma, porque el problema con los controladores no está ni mucho menos resuelto, y amenaza con repetirse. Con repetirse y con extenderse a otros trabajadores  -como los pilotos- de un sector cuya cúspide es AENA, que ha sido la joya de la corona de la economía española, y que en la actualidad está en una situación extremadamente cercana a la insolvencia, con una deuda de 13.000 millones de euros y a las puertas de una privatización salvaje que va a permitir a alguna multinacional europea o americana hacerse con el pastel de la red aeroportuaria española. Aunque bien mirado -y dado que la zoociedad española está encantada-, también podríamos prorrogar el estado de alarma sine die, y así resolvíamos definitivamente el problema de los controladores...
Los coletazos del poder cuando alguien se le acerca de verdad y destapa sus vergüenzas son para echarse a temblar. Lo hemos visto en el caso "controladores" y lo estamos viendo -a nivel internacional- con el caso Wikileaks. Ha sido poner contra las cuerdas a las cancillerías de los Estados más potentes del mundo mundial, y la reacción ha sido fulminante: el poder le ha cortado de raíz la financiación a Wikileaks, ha presionado salvajemente a grandes empresas como Mastercard, Visa, Amazon, Google o Facebook para que boicotearan y aislaran ipso facto a los que han osado desvelar las vergüenzas de los poderosos, sus tejemanejes, sus coacciones, sus chantajes y sus amenazas (que otros llaman "diplomacia"). Y como guinda, se detiene al responsable de Wikileaks, Julian Assange, bajo unos confusos cargos sexuales que mueven a la risa y que están siendo "sustanciados" por la justicia sueca, que en el pasado ya ha dado muestras de actuar al dictado de lo que EE.UU. ordena y manda (me remito al alucinante juicio a los creadores de The Pirate Bay).
Pero si alucinante es que la justicia sueca se preste a semejante dislate, más lo es que la Interpol acepte emitir una orden de busca y captura internacional, que se persiga a Julian Assange como si fuera el más peligroso de los criminales, y peor aún, que se le niegue la libertad condicional alegando que “carece de una dirección física en el Reino Unido". La actuación de la marioneta sueca, teledirigida por EE.UU., es simplemente de risa, de pantomima siniestra, de triste teatro de barrio. Pero increíblemente, está ocurriendo.
Julian Assange puede ser muchas cosas, y nadie se mete a discutir sus hábitos o sus costumbres sexuales. Pero la razón por la que está en este momento en una cárcel inglesa no tiene nada, absolutamente nada que ver con un delito sexual. Está siendo detenido por ser la cabeza visible de WikiLeaks, una página que no ha robado ninguna información, no ha hackeado ningún sistema ni saltado ninguna protección: una página que lo único que ha hecho es dar garantías de confidencialidad a quienes siguiendo sus estándares éticos o morales quisieran romper la cadena de autoridad y denunciar cosas que consideraban mal hechas, y distribuir la información obtenida entre distintos medios de comunicación. Julian Assange es la última víctima de los coletazos de un sistema, el de la política en la oscuridad, el de las tinieblas del poder, el de las alcantarillas de la política, que lucha por mantener sus insoportables y asquerosas prebendas históricas. Lo sucedido a Assange representa la máxima bajeza a la que el poder es capaz de llegar para mantener sus privilegios, por seguir gobernando desde la opacidad, al margen de la opinión de los ciudadanos, sin rendir cuentas absolutamente a nadie. 
El poder se defiende como una pantera en celo... y la sociedad no se entera, preocupada por su hipoteca, por su recibo de la luz, por su trabajo precario, y hábilmente entretenida por la telebasura, el fútbol y la ignorancia colectiva.

10 comentarios:

Insurgentemente dijo...

Hey, J.L., please, un post que explique a grandes rasgos de qué va el asunto de wikileaks, que hay gente que piensa que Wikileaks es una filial de Wikipedia.
x, Irene

LAS RUINAS DE ISENGARD dijo...

Prometido. La próxima entrega, dossier Wikileaks.

Adriana Fritzenwalden dijo...

Estimado ruinero,
en primer lugar estoy absolutamente de acuerdo con el recorte de libertades y que el que paga es el ciudadano (sin ir más lejos el otro día me llegó una falsa multa que no habían podido notificarme por estacionar en carril bus y no estar en el coche, cuando había parado menos de un minuto y con las señalizaciones y vi al coche de policía pasar por mi lado y no decirme nada... por supuesto si recurres pagas el doble del importe al ser desestimado.. siempre intimidando al ciudadano)
en segundo lugar, me parece absolutamente necesaria la ley antitabaco en lugares en que los fumadores comparten espacio y oxígenos con otras personas. basta ya de volver a casa y que huela todo a humo; pelo, ropa, manos, etc. basta ya de picor en los ojos y ojos rojos por culpa del 90% del pub q se dedica a fumar cigarro tras cigarro de continuo, yo no lo tengo que sufrir, que se salgan fuera y pasen frío, pero a mí que me dejen libre en espacios en que el oxígeno es reducido. (ahí sí que debería aplicarse la tolerancia cero de la que nos hablaste)
"Lo demás, ha venido de corrido, y además ha sido "gestionado" por el mayor manipulador, tergiversador y engañabobos que ha parido la democracia española, el Sr. Pérez Rubalcaba, héroe de todos aquellos que se quedaron colgados el fin de semana pasado en un aeropuerto." esa frase me parece simplemente acertada y genial.
el resto es muy largo para comentar
atentamente
A.F.

LAS RUINAS DE ISENGARD dijo...

Estimada Adriana, debo discrepar con usted en lo del tabaco. Porque si mañana me da el punto de mandar al carajo la función pública y montar un restaurante o un bar de copas, ¿quién es el Estado para decirme si en MI local se puede o no fumar? La prohibición me parece lógica y necesaria en lugares públicos, pero en negocios privados me parece un evidente abuso de autoridad (respecto a los lugares abiertos ni me pronunciaré, es como querer ponerle puertas al campo). Nadie está obligado a entrar en un bar (en MI bar), luego déjenme organizar mi negocio como yo quiera y -sobre todo- no me exijan que sea policía de mis clientes... Se lo dice un ex-fumador...

Mirmat dijo...

No te conocía y me ha encantado tu artículo que leí gracias al enlace en el fbk de la brujula de Alsina.
Gracias y hasta pronto.

LAS RUINAS DE ISENGARD dijo...

Aquí estamos, Isabel, para cuando gustes.

Adriana Fritzenwalden dijo...

querido ex-fumador, aunque su argumento tenga un buen punto... llevo una cruzada contra el tabaco q me arruina mis actividades sociales. al fin y al cabo, cuando vas a un bar no vas solo, sino en grupo... ahí ya no rigen las propias convicciones

LAS RUINAS DE ISENGARD dijo...

Amiga Adriana, el que algo quiere algo le cuesta... Yo odio los bares en los que hay plancha, que sales con un olor a fritanga que ni Farruquito en una noche flamenca, y a veces no me queda otra que tragar... ^_^
Lo que no se me ocurriría es decirle a mis amigos panceteros que se vayan fuera a comer sus pancetitas...

Cesar dijo...

Muy de acuerdo con el extenso y certero comentario sobre los recortes de libertad.
Creo que el puñetazo en la mesa para demostrar poder, se da cuando la inteligencia no da para mas y no se sabe resolver un problema, entonces el ultimo recurso es el puñetazo, la rabia contenida. Esa es la imagen del ministro Blanco, impotencia,inutilidad,sinvergonzoneria. Por cierto, sería bueno que se dedicase a su ministerio que tiene mucho que hacer, en vez de hacer giras para insultar y faltar al respeto a todo el mundo, con política baratera.
En cuanto al Sr. Rubalcaba, es el personaje mas mentiroso y siniestro que ha pasado por la política en muchos años.
¿Porque no esta penada la mentira en política,en la sociedad en general? Si no mientes, incluso a la justicia, te quedas fuera de juego.
En política, cada vez hay mas tontos, y ya no caben mas!!!.

LAS RUINAS DE ISENGARD dijo...

Estimado César, la política se ha convertido en un refugio de chorizos con corbata y de inútiles sin formación ni preparación alguna, cuando no de auténticos frikis. Y la responsabilidad de tal situación la tienen en primer lugar los partidos, que rellenan las listas por puros intereses personales y/o familiares (así se organizaban las "familias" italoamericanas en el Chicago de los años 20), y en segundo lugar los propios ciudadanos, que con su actitud de pasotismo posmoderno y de abandono de su responsabilidad política, no son conscientes de en qué manos están depositando el poder, haciendo total dejación del mismo...